lunes, 24 de mayo de 2010

La Disquería


Intro

Llevaba tiempo buscando una chupa de cremalleras. La quería igual que la clásica pero que fuera ajustada y ligera. He encontrado una hace poco y ya está en mi armario, de momento me vale aunque por detalles insignificantes no es exactamente lo que busco, el objeto de mi deseo.

Aun guardo mi vieja y pesada chupa de cremalleras, la de toda la vida. También fue el objeto de mi deseo una vez y os voy a contar la historia.

Era el 28 de Junio de 1990, hacía calor y nos íbamos de concierto. Vivíamos bastante cerca y fuimos caminando hacia “el huevo”. Era bastante fácil distinguir a la gente que iba hacia el concierto, la mayoría vestía de negro. Yo, iba con unos pantalones marrones y una camisa que me había comprado mi madre con tonos verdes y unos dibujos como de siluetas de personas, vamos un pringado.

Entramos, todos portábamos la entrada negra con el símbolo y el nombre del grupo en blanco Silvia, el Pibe y su colega Sergio, el brother de Silvia; Mario Wonder y Carlos; colega del instituto que me pasó mucha música por entonces. Nos colocamos en tercera fila más o menos sin mucho esfuerzo y sin empujones ni agobios, de puta madre.

En primer lugar salieron los teloneros, Los Coyotes. A mi me gustaban algunos temas pero mucho más al tipo que tenía al lado que no dejaba de pedir, toca OOOOOOO. Era de los únicos, aquella noche la gran mayoría queríamos ver a los Heroes del Silencio y esa gran mayoría falto al respeto a Los Coyotes coreando Héroes, Héroes, cada vez que terminaban una canción. No me gustó aquello pero nada y Victor Abundancia plantaba cara en actitud chulesca y rockera, le tenía que hervir la sangre. No recuerdo bien pero algo dijo cuando se retiraron, que os den a todos debía pensar...

Llegaba el momento. “Heroes, Heeeéroessss” el huevo los reclamaba. Se apagaron las luces, el escenario estaba oculto por un telón como de malla que dejaba ver lo suficiente. Empezó a sonar Song to the Sireng por primera vez la escuchaba y se creo ese clima, esa preparación para el viaje alucinógeno que iba a experimentar. Salieron uno a uno y Bunbury apareció el último. Desde ese primer instante me di cuenta que esto era un concierto de Rock, que la actitud era la de un concierto de rock y que las canciones no tenían nada que ver con la mierda de producción que había perpetrado el batería de “Ole Ole” en su primer Lp “El mar no cesa”.

No recuerdo mucho, pero si se que fue una pasada, que canté como un fan-atico de los héroes, que ya lo era por entonces. Recuerdo detalles…ese día presentaron al público un adelanto del Senderos de Traición. Flipamos cuando la guitarra de Juan anunciaba la que sería el primer superéxito de la banda; Entre dos tierras, Carlos me dijo, tio esto parece jevii!!! En ese momento yo ya llevaba rato que me había desprendido de mi mierda de camisa y parecía un ultra futbolero. También recuerdo cuando le toco turno a Flor venenosa y Enrique descorcho una botella de rioja y se que era esa denominación porque el corcho que tiró aquel día se lo metió Silvia al bolsillo y en mi casa lo tengo.

Salí de allí eufórico, que grupazo, que conciertazo, como sentía aquellas letras. Era un bautismo, ya tenía derecho a sentirme fan de los Héroes. Los fans de los Héroes iban de negro, y yo tenía que deshacerme de ese pantalón marrón, de esa camisa de mierda. Ya nunca más mi mama me iba a comprar ni unos calcetines, las camisas negras, las camisetas negras y los pantalones negros los elegiría yo.

Llego el invierno. Y ahora que me pongo de abrigo?? No me pegaba nada es más no me sentía cómodo con nada. Necesitaba una chupa de cuero y una chupa de cuero costaba 20 mil pesetas, las traían de Londres en la tienda del centro independencia, necesitaba pasta. Me pegué sin chupa todo el invierno y aguanté con una vaquera negra, pero el cuero era mi máximo deseo. Cuando acabé COU pude hacerlo, me metí a repartir propaganda y conseguí las 20mil pelas pateándome todos los barrios y buzones de Zaragoza City. Al final del verano me acerqué al centro independencia, entré orgulloso a la tienda de la ropa molona de Londres con mis 20 talegos en el bolsillo y salí vestido de cuero rockero más chulo que un ocho.

Ahora ya podía acudir a un concierto de los Héroes del Silencio, eso sí, lo de colocarme en tercera fila iba a ser más complicado…

Tema

Como siempre tengo dudas. Pincho a los Héroes? Tiro por la historia de la chupa? Pongo simplemente lo que me salga de los “guevotones”?

Los Héroes los descarto por hoy ya que tengo algo pensado muy relacionado con los primeros Héroes. Voy a tirar por lo de la chupa porque lo de los “guevotones” también lo haré otras veces.

Ya hablé una vez de la imagen, forma de vestir etc. En estos momentos me vienen varias bandas que me parecen muy elegantes. Me callo una porque sonará muy pronto aunque es cierto que sería la ideal. Me mola el estilo de los de Pereza o Bunbury cuando no va de traje por poner ejemplos cercanos pero me decido precisamente por una banda que no me gusta mucho ese estilo en el vestir que no se si es adecuado decir “sureño”. Eso si me encanta su presencia, la caña que desprenden y el rock and roll tan limpio y autentico que desarrollan. Como siempre también me asaltan las dudas…una lenta o una cañera?? Al final me he decidido más por el directo que por el tema porque dan ganas de estar en ese concierto, porque expresa mejor que ninguna de las disquerías anteriores lo que intentaba explicar en la primera…música de verdad, artistas de verdad, canciones, talento.

Atención a todos, esto es una puta banda de rock, estos son los Black Crowes!!!